En 2004, René Barbier y su padre descubrieron una uva especial en el pueblo de La Figuera. Decidieron hacer una prueba embotellando el vino y quedaron impresionados. René propuso a los cooperativistas embotellar todo su vino sin coste a cambio de recibir uva para hacer sus propios vinos, y les pidió una finca para trabajar y crear un vino para Venus La Universal. En 2014, la cosecha se arruinó debido al mal clima, pero decidieron esperar un año. En 2015, a pesar, de nuevo, de las dificultades climáticas, lanzaron el vino Sindicat de La Figuera. René continuó colaborando con los cooperativistas, implementando cambios en la técnica y la viticultura. La cooperativa finalmente ofreció a Venus La Universal hacerse cargo de la gestión y la parte técnica, mientras los viticultores seguirían involucrados con las uvas. La Figuera destaca por trabajar exclusivamente con la variedad de uva garnacha tinta y produce vinos de diversos perfiles. Sindicat de la Figuera es un viejo proyecto renovado, con ganas de seguir siendo y hacerse mayor para llegar muy lejos.